miércoles, 9 de junio de 2010

Merrie Melodies I

a D.D. que me invitó a verlo

Una vidriera entre otras llama su atención. Un objeto entre otros atrae su pupila. No sabe por qué pero entra al local y pregunta, “¿puedo verlo?” Un coreano en bambula engarza el trompo entre las uñas. “¡Míra!”, dice con la boca carcomida de entusiasmo y mueve una diminutísima palanca. Sobre el mostrador el trompo expande la gravedad de una galaxia. Un universo girando en círculos de felicidad multicolor.
Para muchos pasará inadvertido, el coreano lo sabe. Sus dedos sueltan la órbita de estrellas que más tarde apagarán, como si fuera un trompo hecho en Taiwán.

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